sábado, 17 de octubre de 2015

TEODORA



El tiempo retorcía su cuerpo, ajaba el rostro…, pero no lograba apagar el refulgir de sus ojos al hablar de ella.

    Hermosa como ninguna, protestona o amable, sabía escuchar.  Me hacía sentir importante avanzando entre los árboles, por la ciudad, bajo el sol o la lluvia. A su lado era el amo del mundo—, murmuraba Francisco soñador, acariciando una vieja fotografía. —. Mírala, tan bella.

Contemplé la gastada instantánea, un joven maquinista de ónices brillantes  posaba la mano en el costado de una desfasada locomotora. Junto a sus dedos, escrito con tiza, un nombre de mujer.


4 comentarios:

  1. Uy esta genial te mando un beso y te me cuidas mucho

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias J.P.Alexander. Un beso grandote para ti también

    ResponderEliminar
  3. ¡Hola! Conocí tu blog a través de J.P. Alexander. Me ha llamado mucho la atención este texto, acompañado de la fotografía antigua. Hermoso y melancólico.
    Un saludo :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por pasarte y me alegro que te haya gustado Teodora. Estás en tu casa. Un beso

      Eliminar

Gracias por acercarte, leerme, y dejar tu comentario.
¡Siempre serás bienvenido!