viernes, 26 de agosto de 2016

HOY TENGO GANAS DE TI

(Imagen de la red)


Déjame, cual amazona salvaje cabalgar sobre la montura de tu lujuria, agarrándome firmemente sobre las riendas de la pasión desbordada galopar sobre tu piel ardiente.

Que tú aliento agitado sea la brisa que mueva mi pelo; y el viento me traiga los gemidos ahogados que  te surjan de la garganta, mientras tus manos, con avaricia y sin medida recorren cada centímetro de mi ser.

Quémate bajo el húmedo calor que emana de mi, empapados de locura ardamos en un infierno de convulsiones. Lléname con tu plenitud, hasta que nuestros corazones dejen de latir; y entre espasmos de éxtasis estallen en mil pedazos, para subirnos a la gloria.

Tómame con todo, boca, manos, cuerpo y alma. Arrásame como un huracán,  hasta dejarme yaciendo agotada, vacía. Luego vete. 

Hoy tengo tantas ganas de ti, que puedo morir de anhelo.
Mañana, si acaso volvemos a encontrarnos, tal vez nos escribamos poesías.

© María Dolores Moreno Herrera.

miércoles, 24 de agosto de 2016

FUERA DE JUEGO

(Imagen de la red)

Dejé de soñar con doce años. Padre, portero de una hacienda, se encargó de ello. Era ludópata y su afición al póker se llevó los ahorros, su reloj, las alianzas, la cadena de oro de mi comunión, los pendientes de la abuela. Hasta mi posibilidad de estudiar, quedó sobre alguna mesa.

Madre dejó de oler a lilas para hacerlo a lejía y jabón de escamas; trabajaba a destajo en casas de los señoritos. El sueldo de conserje era humo y los pocos duros del esfuerzo de mamá ni rozaban sus estropeadas manos.
“Dios proveerá” respondía ella a mis silenciosas preguntas.

Un sábado alguien golpeó la puerta de nuestro destartalado hogar. Un señor bien vestido tomaba bocanadas de aire tratando de recuperar el aliento tras subir hasta la azotea, ocho pisos sin ascensor. Venía a cobrar una apuesta, el premio, la mujer que me sujetaba  la mano.
Tal vez el  asco por la miseria que tenía ante sus ojos o, la pena por aquel saco de huesos que debía llevarse a la cama, le conmovieron. Sacó un billete de su abultada cartera, me lo dio. Inmóvil en el umbral, con el dinero en la mano,  lo vi desaparecer. Mamá se encerró en lágrimas y vergüenza. Me ordenó callar.

La semilla del odio se instaló en mí poseyéndome por completo. Aquella tarde que encontré a papá sobre la repisa de la terraza arreglando un tendedero, supe que era el día de recolectar el fruto que me corroía. Me acerqué y le empujé con todas mis fuerzas. No tuvo ni una oportunidad. Su precaria posición le hizo bracear queriendo asirse a la nada. Oí sonriendo, el alarido de terror perderse en el vacío.
Un desgraciado accidente.

Marchamos llevándonos nuestro secreto, mamá sabía. Yo había puesto al bastardo fuera de juego.


©María Dolores Moreno Herrera.



domingo, 21 de agosto de 2016

EL DOLOR GRABADO



Un suspiro es todo lo que se necesita para que el mundo cambie para siempre, un parpadeo y todo se convierte en nada. Vero lo aprendió en una comarcal cierta tarde de verano. Atrapada en un  amasijo de hierros, el amor yaciendo a su lado con el cuello partido, un bebé nonato resbalando entre sus muslos y el sonido de sirenas cada vez más cerca antes de que llegara la oscuridad, unas tinieblas de las que no logrará escapar. 

Luego las mentiras, “todo irá bien”, cuando lo que más ansiaba era un imposible. Jamás podría ser madre.

Abandonó el hospital y los psicólogos que le recomendaron. Hay heridas que nadie puede curar. Esa misma tarde se tatuó una amapola en el reverso de la muñeca por su marido, otra junto al corazón por el hijo que nunca tendría y desoyendo consejos y protestas regresó a su hogar

 Ha pasado más de un año y ahí está, en esa cárcel de recuerdos que la asfixian y la liberan, conviviendo con una soledad que la ahoga al tiempo que le aporta el aire que necesita. En su sagrado santuario donde los devaneos entre la fantasía y la realidad no tienen fronteras. Así va pasando las jornadas, las semanas…, hablando sola con sus fantasmas, paseando entre esas paredes que atesoran el aroma del amor perdido, el sonido callado de un sonajero olvidado en algún cajón…
A veces contempla con la mirada extraviada a una mujer en el espejo, con los dedos alisa el pelo desgreñado mientras una arruga se dibuja en el entrecejo, jirones de cordura se abren en su mente recordando lo que una vez tuvo lo que una vez fue, pero el dolor la insta a abrir las alas y alzar el vuelo hasta instalarse nuevamente en la locura.




©María Dolores Moreno Herrera

sábado, 20 de agosto de 2016

TERCER DÍA: RETO TRES DÍAS, TRES CITAS

Para finalizar este reto al cual me nominó Sue, elegí un libro corto, que unos consideran de culto, una obra maestra, otros no tanto y hay incluso quienes la consideran un asco. Lo cierto es que desde su publicación no ha dejado ni de vender ejemplares ni de crear controversia. Que ha servido de inspiración a numerosos grupos musicales u otros artistas y sobre todo siempre será asociado a algunos asesinos de personajes célebres.  Me estoy refiriendo a:

“El guardián entre el centeno” de J.D.Salinger.



Como os dije es corto, escrito en primera persona y cuyo protagonista Holden Caulfield  un chico de 16 años de familia bien, que carga a cuestas un nuevo fracaso escolar, abandona el colegio de donde es expulsado unos días antes y deambula por las calles neoyorquinas. A través de sus ojos y  con un lenguaje abierto sin tapujos, como si estuviese hablando con un amigo, va describiendo la hipocresía de la sociedad, la rebeldía de un adolescente que desea beber, que las mujeres se fijen en él, fuma, dice tacos, critica, llega a ser deprimente e incluso sarcástico. Para él todo el mundo es falso excepto los niños que aún no han perdido esa patina de inocencia.  En fin, es todo lo que se podría llamar un rebelde sin causa, pero también es un joven inteligente acomplejado y marcado por ciertas cosas que han ocurrido en su vida y que casi nadie sabe ver.

Decir que cuando me leí la novela la primera vez, tendría unos diecisiete o dieciocho años me encantó e incluso me identifiqué con Houlden, era mi época de descubrir el mundo o mejor dicho de caminar entre dos mundos, de rebelarme contra todo lo que podía solo por que sí. Después lo he vuelto a releer varias veces, y aunque me sigue gustando reconozco que tanta coletilla puede hastiar, pero aún así estoy segura que lo volveré a releer pronto, es de esos pocos libros que cada poco saco y les dedico mi tiempo,  por que para mi no sea una obra de culto (para gustos los colores) si diré que me parece muy buena.

(The catcher in the rye by Mercurio)


“La vida es una partida y hay que vivirla según las reglas del juego.”

“Si haces algo bien, o te andas con cuidado o pronto querrás empezar a lucirte y entonces ya no eres tan bueno.”

“No sé por qué hay que dejar de querer a una persona sólo por que se ha muerto. Sobre todo si era cien veces mejor que los que siguen viviendo.”


Hasta aquí mi reto, espero que les haya gustado mi elección.



©María Dolores Moreno Herrera. 

miércoles, 17 de agosto de 2016

SEGUNDO DÍA: RETO TRES DÍAS, TRES CITAS.

Regreso con el reto que me propuso Sue. En este segundo día lo dedicaré a un autor de mi tierra, quizá algunos lo hayáis leído u otros lo conozcáis por la serie Víctor Ros que se emitió en TV, aunque  no hablaré de ninguno de los libros que ha escrito del subinspector de policía.

(Portada del libro)


Me estoy refiriendo a Jerónimo Trístante (un escritor que particularmente me encanta) y el libro en cuestión es 1969.
En esta obra, el autor sitúa al lector en Murcia, en la época franquista y en el día a día de esta región a mediados del siglo XX. El protagonista es Julio Alsina, un policía decadente, aficionado al Licor 43, desde que su mujer lo abandonara por un compañero, hastiado de todo y todos y que se come las guardias que ningún otro quiere hacer. Por eso no es insólito que la Nochebuena del 68, cuando una joven se lanza desde la torre de la Catedral el caso caiga en sus manos.
¿Suicidio?...Algo hará ver más allá al deprimente Alsina para tirar de un hilo que le llevará hasta una serie de descubrimientos, entre ellos conocer a Rosa, una solterona de la sección femenina que despertará sentimientos que creía ahogados para siempre, otros bastante más cruentos.

(Torre de la Catedral de Murcia)


Para mí una estupenda novela de misterio, bien documentada,  narrada con una prosa clara y directa,  que engancha y te mantiene en vilo,  con unos personajes a los que les llegas a tomar cariño y con un final sorprendente. Además esto ya  es algo personal, por supuesto,  cuenta con el aliciente de que al desarrollarse la novela en Murcia, me siento un personaje más,  pues cada lugar me resulta conocido.



“Sólo los imbéciles no tienen miedo, en efecto, los imbéciles, los tontos, los idiotas. Él siempre había pensando que los héroes no eran más que unos pobres descerebrados, gente sin sustancia, unos tipos incapaces de medir los riesgos a los que se enfrentaban. Por eso actuaban así por memos.”

“Los inteligentes son cobardes por definición, miden las consecuencias de sus actos y, sobre todo piensan.”

“Caminaban de la mano por las Ramblas, como si fueran novios, pues nadie los conocía allí y podían comportarse como si sus vidas fueran realmente suyas.”

Hasta aquí por hoy, espero que os haya gustado.

(Catedral de Murcia, vista nocturna)




©María Dolores Moreno Herrera.

sábado, 13 de agosto de 2016

RETO TRES DÍAS, TRES CITAS.

He sido nominada a este reto por Sue- del blog http://loquesueescribe.blogspot.com.es  a la cual descubrí no hace mucho pero que merece mucho la pena leer, os recomiendo que  paséis por su blog os sorprenderá para bien. 

Bueno, el título explica perfectamente el funcionamiento del reto, aunque los días no han de ser consecutivos. 
Parece sencillo aunque tengo que reconocer que con la cantidad de libros que he leído no es fácil decantarse por uno solo, aunque esta vez si que tengo clara mi decisión. 

Os dejo mi poema favorito, pertenece al libro "Poemas de Amor" de Antonio Gala, en el apartado Sonetos de la Zubia el número 35.  Hay quien ve odio y venganza. Por mi parte, veo un amor tan profundo que sólo la dejadez ha gastado. 

Espero que les guste y lo disfruten tanto como lo hago yo cada vez que lo releo.


Por mi parte he de nominar a tres personas, no es obligatorio aceptar. Solo nominaré esta vez, pero si alguien se anima a hacerlo que no lo dude en decírmelo o en hacerlo. 
Mis nominados son: 

Artza Bastard del blog http://artzaursus.blogspot.com.es/

miércoles, 10 de agosto de 2016

RENACER



(Imagen de la red)

Morí. Cual hoja seca de otoño caída del árbol, arrastrada por el viento. Dejándome llevar por miserias propias y ajenas,  encerrada en una corriente que me vapuleaba de un lado a otro sin rumbo cierto, hasta quedar posada de cualquier manera, en cualquier parte, pisoteada por mí misma y enterrada en el lodo de dimes y diretes; o lo que todavía era peor, de autocompasión.

Ahí tirada, convertida en poco más que un despojo, escuché las burlas de mis triunfantes demonios. ¿Dónde estaba aquella persona fuerte que se echaba el mundo a la espalda pudiendo con todo aún sin poder con nada? ¿Dónde quedó la mujer que volaba sin alas, la que vivía a su manera, a la que enseñaron que la verdadera libertad está en ser uno mismo más allá de lo que opinen los demás? ¿Quizá se perdió para siempre?

Miré en derredor inútilmente, rebusqué entre las palmas sucias, vacías  y volví a posar la cabeza en el barro impotente. Lloré, mientras ellos continuaban su chirriante diatriba de preguntas sin respuestas.
Entre sollozos y desde lo más profundo de mi ser emanó una voz estridente maldiciendo mi cobardía, echándome en cara mi culpa, era merecedora del castigo que recibía pues bajé los brazos, me dejé esclavizar, simplemente me había rendido sin mover un dedo por evitarlo. 

Para mi vergüenza supe que tenía razón. No podía, ni debía culpar a nadie de mi derrota, me dejé quebrar como el cristal, pero; ¿qué podía hacer?

—Busca en tu interior, recuerda lo aprendido y encontrarás las respuestas.

“Educación, respeto, agradecimiento, generosidad, lucha, camina hacia delante, no mueres hasta que dejas de respirar aunque sientas que te abandone la vida…” se repetían constantemente.

Eso era, agonizaba pero no estaba muerta solo tenía que luchar, eso sabía hacerlo, sé hacerlo. Así que, era hora de romper la cadena que arrastraba y liberarme. Sacudirme la capa de cenizas que me envolvía, cual ave fénix renacer.


Hoy vuelvo guiando mis pasos hacia el este, dejando que el sol del  nuevo amanecer bañe mi cara y su fuego purificador sane mi alma cada día.

Aquí estoy, sin juicios ni perjuicios, sin típicos o tópicos. No permito que me impongan que vestir, que comer, como hablar. Yo decido que es o no correcto. Me es indiferente color, religión, nacionalidad…, después de todo la sangre es roja en todas partes.
Me da igual que me juzguen aquellos que nunca caminaron con mis zapatos, los que me señalan con el dedo sin darse cuenta que otros tres apuntan directamente a ellos.
No me importa que hablen a mis espaldas, estoy ocupada en ser la protagonista de mi vida.
Quién esté libre de pecado me lance la primera piedra.

Caeré en todas las tentaciones tantas veces como me apetezca; tropezaré con la misma piedra, no seré perfecta, me sentiré orgullosa de mis virtudes y sobre todo de mis defectos, eso me hace humana. Unas veces seré ángel, otras demonio. No me esconderé  bajo ninguna máscara de alma bondadosa armada con afilados puñales.

Nadie está obligado a seguirme en mi caminar mas, si decides acompañarme no pidas confianza y respeto, gánalos y tendrás mi lealtad eterna.

Perderé mi tiempo con aquel que lo merezca. Ofrezco la mano de manera franca, miraré a los ojos cuando te hable y no dudaré en pedir perdón si creo que he errado u ofendido. No obtendrás adulaciones gratuitas, si digo que te admiro así será.

Soy parca en sentimientos, cuando quiero lo hago con intensidad; pero no sé odiar, así que voy directamente a la indiferencia.


  Si me traicionas apenas verás mi espalda, desaparezco sin más explicaciones.  Si no sabes dominar dragones no despiertes a los míos, pues ni perdono ni olvido.  

Caeré, me levantaré, moriré y resurgiré hasta el último hálito. Sé que el sendero será sinuoso, con cuestas y altibajos, unas veces correré, otras iré de rodillas e incluso tendré que reptar entre espinos sorteando decepciones y obstáculos, aún no me detendré.

El día que Átropos corte la hebra y Azrael venga a buscar mí alma para entregarla al Príncipe de la Tinieblas, encontrará el cuerpo de alguien que ha vivido. Y entre las llamas del infierno seguiré sonriendo, luchando, amando, bailando, porque solo yo pondré los límites.


©María Dolores Moreno Herrera.