sábado, 30 de abril de 2016

FELIZ DÍA MAMÁ.

Mañana es el día de la madre, no podré estar por aquí pero no podía dejar pasar la oportunidad de rendir homenaje a la mujer que me dio la vida, ella se merece todo. 

 (Imagen de la red)


Eres la guía de mis pasos, la del amor incondicional, espejo donde mirarme.
Portadora de besos milagrosos que curan las más terribles heridas, el hada que despliega sus alas protectoras y la fiera que muestra sus colmillos para defenderme del mundo. La de juegos agotadores y noches en vela.  La del ceño fruncido por las travesuras y el pecho henchido de orgullo por mis éxitos. La que siempre tiene una caricia y una sonrisa aunque tu corazón sangre de pena.

 
Mano a la que agarrarme, regazo que cobija y hombro en el que llorar.
La del sacrificio absoluto y la generosidad desmedida.

Eres maestra, doctora, bruja, maga, amiga, luchadora infatigable… Fuente inagotable de cariño, la que alimenta sueños y mitiga fracasos.  

Y sé que por rápido que corra, por alto que vuele, por bajo que caiga, con el rostro sereno mantienes los brazos abiertos para acogerme y envolverme en un abrazo tierno y honesto que sólo es capaz de dar quien ama a alguien más que así misma.

 Tú mujer hermosa de apariencia y sobre todo la poseedora de la más importante de las lindezas, de esa que jamás se debilita o muere; la belleza del corazón, tú madre preciosa  eres el hogar cálido al que regresar.




Me voy a tomar una pequeña libertad, también quiero felicitar a  Asun, una madre que ya no está entre nosotros. Siéntete orgullosa de la estupenda persona que criaste, a quien inculcaste excelentes valores y que hoy al igual que tú, es una gran mujer. Y recibe este presente allá en lo alto del firmamento, donde brillando continuas cuidándola.

(Imagen de la red)


©María Dolores Moreno Herrera.


miércoles, 27 de abril de 2016

PLATA CON SABOR A EMOCIÓN

Como sabéis hace unos días me presenté al concurso de micro terrores convocado por el blog www.circulodeescritores.blogspot.com con el relato EL LIBRO

Mis compañeros blogueros participantes, con sus votos han tenido a bien considerarlo uno de los galardonados y mi trabajo ha recibido el SEGUNDO PUESTO del cual me siento muy orgullosa.



Como siempre digo este es mí blog pero es vuestra casa por eso quiero compartirlo con todos vosotros y agradecer a los que me visitáis a menudo o de tanto en tanto, a los que siempre estáis, a los que comentáis y los que permanecéis en silencio regalándome parte de vuestro tiempo, a los que animáis, apoyáis y criticáis desde el respeto,  a los que me presionasteis para que no dejara de escribir, … Sólo me queda añadir que este premio no es mío, es NUESTRO así que ¡Hoy somos Plata!.

©María Dolores Moreno Herrera.


martes, 26 de abril de 2016

DEVANEOS DE UN LOCO JUICIOSO


Imitando a D.Miguel de Cervantes en 150 palabras, Ed. Artgerust. 


DEVANEOS DE UN LOCO JUICIOSO


Estando Don Alonso Quijano rodeado de sus parientes y amigos, en su agonía dijo así:

— Con la razón de regreso, postrado en el lecho esperando a la muerte, repaso que me deparó la suerte. Obsesión por la caballería, me llevó a la vesania y me envolvió con su manto la señora Fantasía.

Su canto de sirena  me empujó a los caminos, tornó borregos en soldados y fueron gigantes molinos. Enmascaradas mentiras,  revestí en verdades.

Mas no le guardo rencor a la dama Insania, en su cruel escarmiento anhelos me dispensó, pues Don Quijote vivió lo que el cuerdo soñó.

No se aflijan vuestras mercedes nuevamente he de partir, esta vez lo haré solo sin escudero y rocín…Empero antes de irme un postrero pedimento,  cuando mi cuerpo perezca bajo el abrazo de la Parca inscriban sobre mi sepultura.

Aquí yace por los siglos el Caballero de la Triste Figura.


©María Dolores Moreno Herrera. 

sábado, 23 de abril de 2016

LIBRO Y ROSA

(Imagen de la red)

Quiero que seas el libro donde hoy escriba una historia
Mi boca será tintero
Mis besos cubrirán tu cuerpo de versos por entero.

Quiero en tu piel, pagina impoluta
Escribir mis fantasías
Trazando cada rincón con firmeza absoluta

Quiero ser la rosa que perfume las sábanas mojadas
De tinta de fuego tu cama
Que el amanecer las encuentre de pasión preñadas.

Y cuando el alba nos despierte yo seré libro alborotado
Mi piel será tu página en blanco
Donde dejes el deseo tatuado

Tú el libro yo la rosa
Escribiendo contigo mis anhelos
Yo el libro tú la rosa
Escribiendo conmigo tus desvelos.


©María Dolores Moreno Herrera.

(Imagen de la red)

domingo, 17 de abril de 2016

EL LIBRO


Microrrelato para el concurso "Microcuentos Microterror V" del blog Círculo de Escritores.



Me encontró en la calle. Me tomó con cuidado. Encuadernado en negro. Me giró, ninguna inscripción. Miró en derredor, nadie, se dirigió a casa, le latía el corazón con fuerza por saber que contenía.  

Duchado y acomodado en su sillón favorito me acarició, sentí el cosquilleo de sus dedos. Crují cuando me abrió esparciendo mi antiguo aroma.
Olí su miedo al leer mi primera página, siempre igual.

“Acabas de ofrecer tu alma al diablo, sus alas guardaran tu historia, tu piel será el pergamino  y tu sangre la tinta que trace tus pecados”.

Quiso tirarme, mas reposé sobre su regazo, ahora mandaba yo, se despojó del albornoz. Le indiqué que tomara el abrecartas de la mesita. El resto, un placer para mis sentidos.

 Los gritos mientras se arrancaba la piel del cuerpo, la sangre y la punta del estilete escribiendo sobre la dermis.  El aullido de agonía cuando rubricó su nombre sobre la fina piel de los escrotos que, como un rompecabezas se acoplaron engrosándome.

La última orden fue que me dejara caer por el balcón, lo hizo y fui generoso, ardió en combustión espontánea tan pronto me soltó.
Shhh, Oigo pasos, tal vez  seas tú.  


©María Dolores Moreno Herrera.

sábado, 16 de abril de 2016

MAQUILLAR LA VIDA

(Imagen de la red)

8:00 A.m.

El sonido del despertador retumba en el cuarto dando la bienvenida a una nueva jornada, alarga el brazo y lo apaga aunque hace rato que está despierta.

Hoy la serpiente ha sido madrugadora,  lleva más de media hora tumbada boca arriba mirando el techo, sin hacer ruido para no molestar a los que descansan en el resto de la casa, pensando en ellos mientras la siente reptando desde el cuello por los omoplatos para girar nuevamente hacia la columna.

Se levanta toma una de las pastillas marrones y con un poco de agua la traga sin pensar, va al baño y observa la imagen que le devuelve el espejo. No ha pasado tanto desde que le detectaron la enfermedad y sin embargo apenas si reconoce a la mujer que le devuelve la superficie pulida. Y es sólo el principio. Abre el grifo y se lava la cara fruición, como si la gélidez del líquido elemento pudiera borrar los oscuros círculos que se dibujan bajo los ojos, o devolver el brillo a los iris pardos… ¡Qué estupidez!

Retorna al cuarto, hace la cama y se viste, vaqueros, camiseta, al menos ha vuelto al peso de antes, es una locura eso de estar subiendo y bajando de kilos cada dos por tres, toma las botas y echa un vistazo de reojo donde antes guardaba los zapatos de tacón que tuvo que regalar, nunca más volvería poder llevarlos. Aguanta un gemido de dolor cuando la bicha comienza a descender y enroscarse en las vértebras.   

Agarra el neceser del maquillaje,  antes de regresar al lavabo pasa por la cocina, ya hay actividad en el hogar que se va llenando con el aroma de café recién hecho. Suspira, aún le queda más de media hora para poder comer algo.

—Buenos días —saluda a los que comienzan a desayunar dándoles la espalda rogando que su estomago no ruja, mientras engulle dos píldoras esta vez blancas y rojas.

De vuelta en el aseo, comienza el ritual de cada mañana, base que amortigüe la palidez, corrector para apagar las ojeras, un poco de sombra para iluminar la mirada, nada de Kohl, a veces las lágrimas juegan malas pasadas y por ultimo con un tenue carmín rosado pintar los labios.

Un suave cepillado al pelo ahora bajo las orejas, decidió cortarse la melena cuando uno de los medicamentos le hacía perder cabello.  

Regresa a su habitación, deja todo en su sitio, mira el reloj hora de ir a trabajar. Una última ojeada al lecho le hace casi llorar, sería tan fácil rendirse, cobijarse bajo las sábanas y dejar que el tiempo pase. Sacude la cabeza quitándose esas idioteces de la cabeza, toma su chaqueta y su bolso. Unas gotas de agua de rosas para perfumar la tristeza que la embarga, un aroma que siempre le sube la moral.

—Me marcho, que no llego —grita desde la puerta. —Nos vemos a la hora de comer.
—Lleva cuidado y no olvides traer el pan —es la respuesta diaria de su madre que siempre le hace sonreír.

Sale a la calle con decisión, pisando fuerte, se gira levanta la mano y saluda a su progenitora que sale a despedirla desde la ventana, una ultima sonrisa.

Al doblar la esquina, el paso se torna cansino y en un rato aunque las medicinas mitiguen un tanto el dolor que sacudirá su cuerpo acabará por arrastrar los pies, sus articulaciones crujirán como ramas rotas cada dos por tres, los dedos de sus manos se contraerán de vez en cuando sintiendo como si una descarga eléctrica recorriera su ser. 

Más tarde el monstruo volverá a despertar, constriñendo, haciéndole sentir como si un clavo atravesara su espalda de abajo a arriba sin descanso y,  habrá que alimentarla con nuevos calmantes, entonces vendrán las nauseas, el agotamiento físico y mental e incluso la desesperación, el mal humor...

Las lágrimas empaparan cada noche las sábanas de su cama por que es capaz de soportar el daño que le corroe cada rincón del alma pero,  no el de la impotencia ni el del sufrimiento en los ojos de quien la ama, aunque su sonrisa pintada de brillo de labios se dibujará constantemente para esa mujer que cada día sale a despedirla por la ventana. 


Y cada día continuará peleando una batalla que aunque crea que sí nunca logra ganar, porque puede que siga teniendo alegría, que no permita que le arrebaten las ansias de vivir, que a su manera vaya maquillando la vida, regalando sonrisas…mas la bestia está ahí, asida para siempre a ella, robándole cada día un poco de algo, silenciosa, paciente, sabiendo que la guerra es suya.


© María Dolores Moreno Herrera.

sábado, 9 de abril de 2016

TESOROS PRESTADOS (A MIS AMIGOS)

(Imagen de la red)

Hoy decidí dibujar corazones
Para regalar sonrisas no hacen falta razones.

Azules como el cielo
Para quienes me brindaron consuelo.

Blancos como la brisa
Llegaran a los que me dieron su sonrisa.

Negros como la muerte
A quien con sus decepciones me hicieron más fuerte.

Rojos como la sangre
Para quien sació de saber mi hambre.

Dorados como el oro
A quien me regaló su tiempo ¿Qué mayor tesoro?

Verdes, amarillos, naranjas y rosas
A cada cual el suyo, he de agradecer tantas cosas.

Y haré uno enorme de color morado
Para quien contra viento y marea estuvo siempre a mi lado
Quien me veía sonreír y se acercaba a preguntar ¿por qué has llorado?

Los guardaré en cajitas de colores plateados
Y las daré a las hadas, para que las entreguen a mis tesoros prestados.
Los que se fueron, vendrán y continúan conmigo
Opacos para el dolor, brillantes para el amigo.

Definitivamente hoy pintaré corazones cálidos como un arrullo
Para que cada tesoro que me ha sido prestado pueda elegir el suyo.


© María Dolores Moreno Herrera. 

miércoles, 6 de abril de 2016

SALVAR MARTE


Relato para la propuesta de  El Círculo Escritores: "El Marciano"




Faltaban apenas 10 minutos para las 23:00 h cuando llegó a la solitaria casa a las afueras de la ciudad, un lugar tranquilo donde descansar y ser él mismo después de un duro día de trabajo, tres clases a un grupo de zopencos que soñaban con ser científicos, la mayoría, con un poco de suerte, terminaría repartiendo pizzas a domicilio y 8 horas de ardua investigación en el laboratorio de una prestigiosa universidad.
 Prendió la tímida luz que descansaba junto al ordenador, antes de encender el aparato, se sirvió un gran vaso de agua y se sentó frente al portátil, unos instantes después sonó una señal parecida al maullido de un gato, unos extraños signos comenzaron a dibujarse mecánicamente  a toda velocidad en la pantalla al mismo tiempo que los memorizaba, luego un pitido, oscuridad y el PC se desconectó.

Se tumbó sobre la cama repitiendo para sí lo que había leído. En dos años sacaría su descubrimiento a la luz, tres más para probarlo y un lustro más tarde, comprobada su efectividad regresaría a su hogar. Suspiró.

Otros diez años dedicado a un pueblo que se creía tan inteligente que se mataban unos a otros, dejando morir a los suyos de hambre mientras enviaban satélites al  espacio o intentaban contactar con extraterrestres,  tan prepotentes que no serían capaces de asimilar la ayuda recibida, de una evolución tan lenta que todo lo que no entendían eran milagros, misterios o cosas de fantasmas, incapaces de ver las migas que otros dejaban por el camino.

Como le gustaría salir y gritarles a esos terrícolas inútiles que las pinturas rupestres no eran más que lecciones de caza que ellos habían enseñado a los primeros hombres, que las pirámides estaban orientadas a Orión por que eran comunicadores interplanetarios, que Sócrates, Miguel Ángel, Leonardo,  Servet, Newton, … y tantos otros fueron enviados para abrirles puertas a la sabiduría. Que jamás llegaban sus tontas cancioncitas a Marte gracias a los súper modernos inhidores de sonidos instalados en Fobos y Deimos. 

Que sí, había marcianos miles de ellos, habitando plácidamente bajo el Monte Olimpo y se asomaban a sus acantilados para ver el esplendor espacial pero,  jamás los verían porque no se encuentra lo que no quiere ser encontrado. ¡Sorpresa! otros viviendo entre ellos, luchando por conservar el planeta azul y con ello el curso normal del Sistema Solar. No, no lo hacían por piedad, sino por que si sucumbía la Tierra, moriría también su hermoso desierto rojo.

Se alzó y se despojó de esa capa porosa que los humanos denominaban piel y que le oprimía hasta asfixiarlo, dejando al descubierto su verdadera apariencia, un cuerpo de un blanco opaco que cubría sus huesos cartilaginosos, un cráneo  un tanto apepinado con grandes ojos rasgados de iris azul intenso, dos agujeros pequeños por nariz, una boca demasiado pequeña, sus extremidades no eran muy distintas a la de los terrícolas y su sexo tampoco.  Se metió en la ducha y dejó que el agua fría corriera por aquella superficie correosa que era su verdadera dermis, hidratándolo. Salió chorreando,  observó su imagen reflejada en el espejo, frente si vio al próximo descubridor de la vacuna contra 10 tipos de cáncer distintos y la del Sida, sacudió la testa, fue hasta la ventana alzó la vista hacia el cielo estrellado, localizó su hogar, una lágrima plateada como el mercurio rodó por la mejilla, añoraba a sus padres, su esposa e hijos. Una década de ausencia, asintió, merecía el sacrificio sabiéndolos  a salvo.  




© María Dolores Moreno Herrera. 

sábado, 2 de abril de 2016

GHOST WARRIOR


Ya se acerca el ocaso y con premura espero
Aquel que fue bendecido en una noche de luna
Como el más bravo y feroz guerrero
Tras ser utilizado, como a un ángel caído, la espalda le dio la Fortuna.

Odiado entre los tuyos, tu nombre causa terror
Mancharon sin compasión, por interés tú memoria
Justo es que crueldad, sea tu capa de horror
Pero yo que la conozco disfrutaré de tú historia.

Y si eres tempestad
Por ti seré tormenta
Tu vestido de maldad
Yo consorte ficticia, alma sangrienta.

Juro por lo sagrado que si tu vida es truncada
La daga de mi venganza encontrará su morada
La sangre del traidor, será cálido alimento
Miel en mi garganta, infligiendo sufrimiento.

Olvidemos el dolor la noche empieza a fallecer
 Volverás a partir cuando nazca el amanecer
Hasta que de nuevo la Luna  aparezca preñada
Mi alma será una estatua sin vida, en piedra tallada.

Hoy solo quiero amar y ser amada
Abrasada en el hielo de tu mirada
Que más da que piensen que estoy loca.
Si sacio la sed que me consume en el fuego de tu boca.

Que sea tu cuerpo para el mío duro lecho
Memorizaré con mis labios tu mapa de cicatrices
Con  susurros de amor dejaré que me hechices
Deleitándome con la canción que te late en el pecho.

Y que nos encuentre la alborada
Dormidos viviendo sin prisa
Gimiendo sobre la almohada
Desnudos, acariciados por la brisa.





© María Dolores Moreno Herrera.