(Imagen de la red) |
Entré en aquel lugar como entro a cualquier otra librería,
por el simple placer de verme rodeada de libros, por el olor…, pero tan pronto
puse los pies y la puerta se cerró tras de mí algo extraño me invadió.
Ciertamente había miles de ellos, pero no pude percibir ese
aroma tan particular a papel o tinta, a cuero y lo más sobrecogedor era el
silencio. Siempre puedo escuchar el susurro de algún ejemplar llamándome,
porque por raro que parezca son los libros los que me eligen a mí, nunca yo a
ellos. A pesar de mi incomodidad paseé por entre las estanterías repletas y
mudas hasta que una vocecilla hizo que me girara sobre mis talones.
Frente a mi una señora de aspecto extraño, me pareció un
duende salido de un cuento, me sonreía. Me hizo una señal con la mano para que
la siguiera, cosa que, asombrosamente pues soy desconfiada a más no poder, hice sin dudar.
Me condujo a una habitación enorme de paredes pintadas en un
tono verde clarísimo y con un gran ventanal por donde se filtraba la luz del
sol, la estancia estaba vacía excepto por un pequeño armario de caoba. Abrió
las puertas tomó algo y se dirigió hasta donde me encontraba.
—Toma, puedes echarle un vistazo —me indicó con un susurro
como si fuera un secreto y estuviésemos rodeadas de gente—, tienes una hora.
Miré lo que me mostraba; y que, como un tesoro me tendía para que yo lo
tomara.
— ¿Qué es esto? —pregunté agarrando con cuidado el paquete.
—Es el libro más bonito del mundo —respondió mostrando unos
dientes blanquísimos dirigiéndose a la puerta, antes de salir me recordó. — ¡Una
hora!
Miré en derredor buscando donde sentarme, al no encontrar
nada me senté en el suelo. Me entretuve
un instante viendo las motas de polvo juguetear entre los rayos, suspiré y fijé
la vista en el bulto que descansaba entre mis piernas cruzadas. Solté el lazo y
quité el papel de estraza.
Ante mis ojos apareció una especie de desgarbado cuaderno,
las tapas, de cuero marrón, estaban en mal estado; con páginas que sobresalían unas de otras e
incluso sueltas. No había titulo ni en
la portada, ni en el lomo. Suspiré desilusionada.
Abrí con cuidado y cual fue mi sorpresa, ante mí apareció
una pareja paseando agarrados de la mano, en la siguiente hoja un bebé lloraba
en una cuna plateada ante los ojos amorosos de sus padres…, fui pasando las
crujientes páginas ansiosa…, dos niños haciendo travesuras, luego tres tramando
como romper un horrible vestido rosa con un enorme lazo rosa para que pareciera
un accidente…
Más tarde secretos de adolescente, folios teñidos de añil al
descubrir que el príncipe azul desteñía, corazones con iniciales, letras picudas,
borrones y renglones torcidos por los dioses.
Otros amarillentos de olvido, algunos con manchas de sal
unas de alegría, otras de tristeza, miradas cómplices, besos robados, una rosa
roja guardada entre poemas, cartas guardadas atadas con una cinta roja, el olor
del primer amor, los nervios de la primera vez, sábanas revueltas de pasión.
Encontré hojas rasgadas, pegadas con papel celo, unas
cicatrizadas otras,
jamás dejarían de manar tinta roja. Eran las puñaladas de
la vida.
(Imagen de la red) |
Aroma a Tierra pegado en la piel que siempre permanecerá
indeleble pasé lo que pase. Folios sueltos impregnados de indeferencia hacia
quien no merece ni un misero sentimiento pero que formaban parte de aquel volumen que iba cobrando sentido ante mis
ojos.
Viajes inolvidables, locuras de amigas en la Puerta del Sol. Magia,
dolor, risas, mentiras y verdades, muertes y nacimientos, llanto, alegría…caer
y levantarse, rasparse las rodillas, vivir. Pero siempre encontraba el amor de
quien verdaderamente me quería escondido a la vista para que pudiera
vislumbrarlo.
Sentía las lágrimas fluir sobre mis mejillas comprendiendo
lo que tenía entre las manos, cuando se abrió la puerta y aquella dama regresó.
—Se acabó el tiempo —indicó arrebatándome el libro— ¿te
pareció hermoso?
Asentí incapaz de decir nada, sintiendo un gran vacío como
si me hubiesen arrebatado parte de mí.
—¿Pero?
—Hay muchas hojas en blanco —musité tristemente al fin— y
está tan mal conservado.
—Todo a su debido tiempo muchacha —rió envolviendo de nuevo
aquel ejemplar—, ahora debes marcharte.
Guardó el libro en el armario y salimos de aquella cámara,
cruzamos por entre los estantes repletos y mudos hasta la puerta. Antes de
salir aprisionó mis manos entre sus palmas frías.
—Cuando exhales tu último aliento y se acabe el libro tendrá una cubierta bonita,
tú nombre en letras doradas y descansará en alguno de esos —paseó la vista por
los estantes— pero recuerda, eres la protagonista de tu vida. Solo tú decides
si tomas la pluma y escribes la historia que quieres vivir o dejas que otros
narren lo que te hubiese gustado hacer.
Me soltó, abrió y me marché. Anduve medio grogui un buen rato, aquello debió ser una
alucinación. Volví sobre mis pasos hasta la librería. Allí no había nada, un
muro de piedra vieja y enmohecida por los años. Parpadeé, me froté los ojos. Me
estaba volviendo loca.
Llegué a casa, una carta me esperaba sobre el escritorio, no
había remitente. La rasgué, una única frase con letra rimbombante, antigua como
escrita por un duende rezaba:
“No permitas que
nadie escriba tú historia por ti”.
(Imagen de la red) |
Me tumbé sobre la cama y sonreí. Sí, definitivamente era
hora de hacer algunos cambios, de recomenzar a vivir. Aún me quedaban muchas páginas por rellenar en el libro más bonito del mundo.
©María Dolores Moreno
Herrera.
Una historia que nos deja una hermosa reflexión.Un placer leerte.
ResponderEliminarMuchas gracias Flor Oliva, me alegra que te haya gustado. El placer es mío al tenerte por aquí.
EliminarUn saludo.
Uy me dejaste sin palabras al principio me sentí como en la historia sin fin y luego me hiciste acordar de mi todo escritor sueña en contar su relato que parte de nuestra alama . Hermosa historia te mando un beso
ResponderEliminarTe agradezco tus palabras mi linda y me alegro que te haya gustado.
EliminarTe me cuidas mucho. Mil besos.
Nadie debe escribir tu historia, debes hacerla tu, con lo bueno y con lo malo, porque si tropieces te levantarás y andarás con más decisión que antes.
ResponderEliminarLa vida hay que vivirla, hay que llenarla de recuerdos y una vez que finaliza dejar que los otros continúen con la suya, mientras ensalzan el letras doradas doradas el nombre de la persona amada.
Me ha encantado primi.
Un beso grande y nos veremos en Sol, pero en otra cafetería jajaja
Certeras palabras las tuyas Ade, caerse y levantarse es aprender. Por supuesto la vida hay que vivirla al 100% cuidando de quienes quieren por que los que te quieren a ti ya se encargan de cuidarte.
EliminarMe alegra que te haya gustado y sabes que ahora no es posible, pero en cuanto pueda hago una escapadita y me monto un baile en plan Beyoncé que tiembla Sol jajaja, y da igual la cafetería yo invito jajaja.
Besos grandotes.
Oh muy bonito Mariola,
ResponderEliminarMe ha gustado ese ser protagonista de la vida de uno mismo, vivir intensamente que vida solo hay una.
Hace pensar en la de veces que se da permiso a otros para que que escriban tu historia y de repente, sin saber como, resulta que uno se ha convertido en un secundario en su propia vida.
Un saludo
Gracias Conxita, ciertamente a veces no solo damos permiso sino que permitimos que otros se ocupen de nuestra vida o tomen decisiones que no nos gustan y nos influyen negativamente, sí nos hacen vivir nuestra vida de forma que somos, como bien defines, secundarios cuando debemos ser los únicos protagonistas, buenos o malos.
EliminarUn beso.
Cuando nacemos lo hacemos con un libro debajo del brazo, no con un pan. El libro de nuestra vida, en el que habremos de rellenar todas sus páginas en blanco.
ResponderEliminarCreo que es una gran responsabilidad a la vez que una intensa aventura.
Besos
Exacto Francisco, todos somos escritores, al menos de a lo que nuestra vida se refiere. Unas veces con borrones, otras con renglones torcidos, pero siempre con nuestra letra.
EliminarComo bien dices es una gran responsabilidad y una aventura que a veces si no espabilamos nos la perdemos.
Un beso grande y feliz semana.
¡Holaaa!
ResponderEliminarMe ha encantado :D Me quedo con esta frase: "Solo tú decides si tomas la pluma y escribes la historia que quieres vivir o dejas que otros narren lo que te hubiese gustado hacer."
Y vengo con una nominación por si te apetece algún día :)
http://letras-enel-aire.blogspot.com.es/2016/09/reto-3-dias-3-citas.html
¡Nos leemos! ^^
¡Un besooo!
Muchas gracias Sara, me alegra verte por aquí y esa frase también es una de mis favoritas del relato.
EliminarTe agradezco mucho la nominación ya la hice, pero me paso por tu blog en breve para leerte y te comento.
Un besazo y nos leemos.
Como comentaba hace unos días en mi perfil al compartir esta estupenda entrada, se trata de un intrigante relato estupendamente descrito y con la habilidad precisa para hacernos cómplices de una sabia reflexión: "El libro más bonito del mundo, no es otro que el "Libro de tu vida"....“No permitas que nadie escriba tú historia por ti”.
ResponderEliminarUn placer, amiga Mariola, regresar de nuevo y dejarte mi huella.
Muchos besos.
Como ya te dije allí y te vuelvo a repetir aquí mil gracias Estrella, por compartirlo y por tus motivadoras palabras. Hace ya tiempo que decidí que mi vida es mía para bien o para mal y que soy la protagonista de ella con sus aciertos y errores más allá de lo que opinen otros. Después de todo el día que me toqué marcharme nadie lo hará por mí, así que tampoco nadie vivirá por mí.
EliminarUn placer enorme tenerte por aquí siempre.
Besos y una gran semana.
Un cuento muy bonito. Es cierto que el Libro con mayúscula es nuestra propia vida y que escribirlo con cuidado y alegría es la obra más importante que tenemos en la vida.
ResponderEliminarUn beso
Gracias Juan Carlos. Soy de tu opinión hay que escribirlo con alegría, con cuidado de no herir gratuitamente y agradeciendo siempre a quien tienda una mano, acertando y errando pero de tu puño y letra sin intermediarios.
EliminarUn beso.
Me he atrevido a pasar por tu casa a dejarte un comentario sobre este mágico relato. Una historia contada con talento, bordada con la lírica de la poesía al servicio de una prosa encantadora. Llevas al que te lee con mano segura por el sendero de un argumento sólido y con un destino claro y definido. Un texto narrado con excelencia y con una enseñanza de vida, para reafirmar lo que piensa la mujer que narra y tentar a los lectores a escribir esta aventura maravillosa que nos toca, que es nuestra vida, con las mejores palabras que tengamos. Ha sido un placer leerte. Mariola, te mando un gran saludo.
ResponderEliminarAriel
Primero que nada darte la bienvenida, decirte que estás en tu casa. En segundo lugar muchas gracias por tu visita y sobre todo por tus palabras. Como siempre digo este tipo de comentarios son lo que al final ayudan y animan a los que nos gustan escribir a continuar haciéndolo.
ResponderEliminarUn abrazo.