(Imagen de la red) |
Como esos seres que nacen unidos por el meñique por un
invisible hilo rojo que los unen en un amor eterno, así nacieron ellos, solo
que en vez de esa hebra rojiza eran grilletes los que atenazaban sus tobillos y
una infinita cadena los que los unían eternamente.
Daba igual el rumbo que tomaran, por distintas las
direcciones que guiaran sus pasos, estaban condenados a encontrarse una y otra
vez en el centro de aquella invisible rosa de los vientos que componía su
mundo.
Se miraban sin verse.
Se hablaban sin oírse.
Se sentían sin tocarse.
Se olían kilómetros antes de llegar a encontrarse.
Paladeaban el sabor a sal del otro sin probarse.
Sus cuerpos vibraban por el deseo y el odio a partes
iguales.
Estaban destinados a vivir tan juntos y tan alejados que el
universo les asfixiaba, robándole el aire cada día un poco más.
Y allí una vez frente a frente, librando una maldita batalla
en una guerra de antemano amañada, en la que ambos perdían, luchaban a muerte
hasta yacer sangrantes. Solo una vez caídos moribundos se arrastraban para
entrelazar los dedos en un único gesto de amor, antes de dar la estocada final.
Mientras él la mataba con el acero de
sus palabras. Ella lo apuñalaba con la traición de sus silencios.
© María Dolores Moreno
Herrera.
Uy genial el amor aveces es una traición me encanto
ResponderEliminarGracias mi linda por estar siempre ahí.
EliminarUn beso y mil achuchones.
Dos entes condenados a amarse y odiarse en su camino hacia el encuentro que no se llega a realizar salvo para intentar destruirse. esta relación de: Ni contigo ni sin ti, es sumamente dolorosa para quién la padece.
ResponderEliminarBonita forma de escribirlo.
Besos mi relatora
Ciertamente Francisco así es pero ya se sabe la línea amor/odio es tan fina que hay quien no sabe distinguirla.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Un beso enorme hechicero.
Como una eterna maldición parece que ambos destinos arrastraban un karma demasiado trágico que les llevaba únicamente a esa autodestrucción a través de ese posesivo amor. Es cierto que no solo en la literatura se dan este tipo de circunstancias, sino que también existen en la vida real.
ResponderEliminarMe ha gustado tu microrrelato, Mariola, al más puro estilo de tragedia griega y poéticamente narrado.
Muchos besos.
A veces la posesión o el no poder poseer es lo que nos lleva a la autodestrucción, será karma, destino..., y como bien dices más allá de la literatura ocurre en la vida real.
EliminarMi agradecimiento más sincero por tu visita y tus palabras.
Un beso.
Una historia de amor narrada con ingenio, una condena que termina de modo trágico, dos amantes dibujados en pocas líneas para expresar el destino de una relación encadenada, destinada al fracaso. Brillante micro Mariola.
ResponderEliminarNo siempre el amor tiene final feliz, esto ocurre aquí. Te doy las gracias nuevamente por tus amables palabras.
EliminarUn abrazo.
Quiero darte las gracias por tus palabras.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Nada que agradecer. Todos mis ánimos y todo mi apoyo.
EliminarUn abrazo inmenso.
Me ha encantado este texto. Ya de entrada el principio me ha llamado mucho la atención, empieza como una especie de leyenda... y con ese giro entre el hilo y el grillete...Está genial. Un saludo :)
ResponderEliminarHay amores eternos (el famoso hilo rojo) y amores imposibles (de ahí los grilletes) y bueno mi punto de salida fue un poco digamos de leyenda jajaja.
EliminarMe alegro mucho que te haya gustado sabiendo que tu eres maestra y genia de otro estilo.
Un abrazo.
Pues ese destino que condena, esas relaciones donde no pueden estar juntos ni separados, que resultan tan dolorosas para los que están en medio.
ResponderEliminarMuy bien contado.
Saludos
Ciertamente tienes razón Conxita, y muchas de las veces son justo los que están en medio los que no permiten que esas relaciones lleguen a fructificar.
EliminarTe agradezco tus palabras.
Un besote.
Ni contigo, ni sin ti, amor,odio... Difícil relación con un final imaginado, pero chica, pobres ellos tener que volver a empezar una y otra vez... Estas describiendo el infierno.
ResponderEliminarBueno a veces no es sencillo y a veces es más simple, pero es cierto, una manera de describir el infierno es esta, el amor-odio es una condena.
EliminarUn beso grande y gracias por pasarte.
Me uno a los demás comentarios, me pareció que estabas describiendo a esa pareja que, unida una vez por el amor, terminó siendo arrastrada por la desidia, pero porque aún arrastraban algo de lo que hubo o bien por pereza, continúan juntos.
ResponderEliminarEres una manipuladora de las palabras, juegas de vicio con ellas ;-)
Un beso grandote y perdón por la demora.
A ver y de donde sacas todo eso? Tú con tal de insultarme lo que sea jajajaja.
EliminarPero sí tienes razón aunque puede tomarse de muchas maneras este escrito, una de ellas es este el odio, la pereza..., otra podría ser que se aman tanto que se conforman con ese pequeño momento de encuentro que tienen.
Un besazo grandote y nada que perdonar tontita (te devuelvo) jajaja.