Por motivos de salud llevo mucho tiempo alejada de las redes sociales y del blog, poco a poco iré regresando y prometo que antes que tarde os visitaré y me pondré al día. Un abrazo para tod@s.
A VECES
A
veces…solo a veces, encontramos en nuestro caduco viaje, a alguien que es mucho
más que gente.
A veces…
solo a veces, coincidimos con seres poseedores de un aura dorada que, te
envuelven en un halo celestial, creando una conexión que va más allá de lo
inexplicable, no por que no tengas palabras para definirlo sino, por que eres
incapaz de describir la esencia natural de ese ser.
A veces…
solo a veces, sin importar distancias, ni edades, ni condición…, notas el
ligero roce de un alma desconocida acariciar la tuya y, sabes que encontraste
una amistad incondicional.
Y cuando
tienes la vida en ruinas y el cuerpo hecho jirones, el viento te trae una
palabra de aliento o, una mano invisible extiende sus dedos mágicos para
enjugar una lágrima pérdida, haciendo que te sonría el corazón. No cuentan las
horas, los días, semanas o meses que pasen, sabes que siempre estará ahí. Aún en el
silencio o en la lejanía, sin ser
reverente conocer su rostro o no, saboreando el vínculo de la empatía, os preocupáis,
os extrañáis, os añoráis,
A veces…
solo a veces la diosa Fortuna te bendice con tan exquisito y refinado regalo,
si es así, guárdalo, atesóralo, cuídalo... Pues, en este mundo de codicia,
envidia, egoísmo, en este reino de Ares, no todo el mundo es tan afortunado.
Porque a
veces… solo a veces somos capaces de encontrar el extinto linaje llamado:
personas especiales.
© María Dolores Moreno Herrera.