miércoles, 10 de agosto de 2016

RENACER



(Imagen de la red)

Morí. Cual hoja seca de otoño caída del árbol, arrastrada por el viento. Dejándome llevar por miserias propias y ajenas,  encerrada en una corriente que me vapuleaba de un lado a otro sin rumbo cierto, hasta quedar posada de cualquier manera, en cualquier parte, pisoteada por mí misma y enterrada en el lodo de dimes y diretes; o lo que todavía era peor, de autocompasión.

Ahí tirada, convertida en poco más que un despojo, escuché las burlas de mis triunfantes demonios. ¿Dónde estaba aquella persona fuerte que se echaba el mundo a la espalda pudiendo con todo aún sin poder con nada? ¿Dónde quedó la mujer que volaba sin alas, la que vivía a su manera, a la que enseñaron que la verdadera libertad está en ser uno mismo más allá de lo que opinen los demás? ¿Quizá se perdió para siempre?

Miré en derredor inútilmente, rebusqué entre las palmas sucias, vacías  y volví a posar la cabeza en el barro impotente. Lloré, mientras ellos continuaban su chirriante diatriba de preguntas sin respuestas.
Entre sollozos y desde lo más profundo de mi ser emanó una voz estridente maldiciendo mi cobardía, echándome en cara mi culpa, era merecedora del castigo que recibía pues bajé los brazos, me dejé esclavizar, simplemente me había rendido sin mover un dedo por evitarlo. 

Para mi vergüenza supe que tenía razón. No podía, ni debía culpar a nadie de mi derrota, me dejé quebrar como el cristal, pero; ¿qué podía hacer?

—Busca en tu interior, recuerda lo aprendido y encontrarás las respuestas.

“Educación, respeto, agradecimiento, generosidad, lucha, camina hacia delante, no mueres hasta que dejas de respirar aunque sientas que te abandone la vida…” se repetían constantemente.

Eso era, agonizaba pero no estaba muerta solo tenía que luchar, eso sabía hacerlo, sé hacerlo. Así que, era hora de romper la cadena que arrastraba y liberarme. Sacudirme la capa de cenizas que me envolvía, cual ave fénix renacer.


Hoy vuelvo guiando mis pasos hacia el este, dejando que el sol del  nuevo amanecer bañe mi cara y su fuego purificador sane mi alma cada día.

Aquí estoy, sin juicios ni perjuicios, sin típicos o tópicos. No permito que me impongan que vestir, que comer, como hablar. Yo decido que es o no correcto. Me es indiferente color, religión, nacionalidad…, después de todo la sangre es roja en todas partes.
Me da igual que me juzguen aquellos que nunca caminaron con mis zapatos, los que me señalan con el dedo sin darse cuenta que otros tres apuntan directamente a ellos.
No me importa que hablen a mis espaldas, estoy ocupada en ser la protagonista de mi vida.
Quién esté libre de pecado me lance la primera piedra.

Caeré en todas las tentaciones tantas veces como me apetezca; tropezaré con la misma piedra, no seré perfecta, me sentiré orgullosa de mis virtudes y sobre todo de mis defectos, eso me hace humana. Unas veces seré ángel, otras demonio. No me esconderé  bajo ninguna máscara de alma bondadosa armada con afilados puñales.

Nadie está obligado a seguirme en mi caminar mas, si decides acompañarme no pidas confianza y respeto, gánalos y tendrás mi lealtad eterna.

Perderé mi tiempo con aquel que lo merezca. Ofrezco la mano de manera franca, miraré a los ojos cuando te hable y no dudaré en pedir perdón si creo que he errado u ofendido. No obtendrás adulaciones gratuitas, si digo que te admiro así será.

Soy parca en sentimientos, cuando quiero lo hago con intensidad; pero no sé odiar, así que voy directamente a la indiferencia.


  Si me traicionas apenas verás mi espalda, desaparezco sin más explicaciones.  Si no sabes dominar dragones no despiertes a los míos, pues ni perdono ni olvido.  

Caeré, me levantaré, moriré y resurgiré hasta el último hálito. Sé que el sendero será sinuoso, con cuestas y altibajos, unas veces correré, otras iré de rodillas e incluso tendré que reptar entre espinos sorteando decepciones y obstáculos, aún no me detendré.

El día que Átropos corte la hebra y Azrael venga a buscar mí alma para entregarla al Príncipe de la Tinieblas, encontrará el cuerpo de alguien que ha vivido. Y entre las llamas del infierno seguiré sonriendo, luchando, amando, bailando, porque solo yo pondré los límites.


©María Dolores Moreno Herrera.

12 comentarios:

  1. Errar es de humanos y si no nos equivocamos y tropezamos con la misma piedra, chungo.
    Lo bueno es levantarse cuando nos caemos y seguir caminando con la cabeza bien alta, sin importarte si los que quedan detrás se han reído, han criticado o se han compadecido, sólo cuentas tú y las personas que de buena fe intentaron ayudarte a incorporarte.
    Lo demás y los demás, hablando mal y pronto (vamos tal y como soy yo jajajajaja), te la pelan.
    En cuanto a tu escrito y sabes que no es zalamería que lo digo porque lo siento, es uno de los mejores que has subido y ya es difícil. El Muso estaba juguetón hoy ¿eh? Jajajajaja.
    Firmado: la abuelita con lengua viperina jajajajajaja
    Un beso grande.

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    1. De acuerdo contigo sabes que soy de las que me equivoco mucho, ultimamente más y con más ganas. No me importa que me critiquen, tu mejor que me conoces lo sabes y también que siempre me quedo con lo bueno y con los buenos. Si ya sé que de zalamera poco, los mejores tirones de orejas me los has dado tú y por eso te quiero a mi lado.
      ¿Por cierto por que versión vas ya del te la pelan? jajajaja.
      El Muso va por libre como de costumbre, él por su lado yo por el mío :) aunque de la mano continuamente.
      Un beso grande, te requeteadoro con lengua viperina y todo.

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  2. Precioso...Cuántas verdades como puños encerradas en un mismo texto, la verdad es que es realmente magnífico. Hacía mucho que no me pasaba por aquí, tengo demasiado poco tiempo para hacer todo lo que quiero hacer, pero veo que no bajas el listón. Muy bueno, de verdad. Un abrazo!!

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    1. Gracias, te agradezco tu comentario y que hayas pasado. Te entiendo perfectamente, yo ando igual sin tiempo para nada por eso doblemente agradecida. Un besazo enorme.

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  3. Toda una declaración de principios donde se trasluce, presiento, tu imagen nítida de lo que eres y pretendes ser y alcanzar.
    Ave fénix que perece y renace las veces que haga falta.
    Un escrito que es reflexión profunda sobre principios que todos deberíamos seguir para poder sobrevivir y perdurar.
    Una prosa que zarandea al lector y le hace despertar del letargo en el que anda sumido con estos calores de muerte.
    ¡Qué placer perderme entre tus líneas!
    Besos

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    1. Gracias Francisco, sí ves bien la persona que se esconde entre mis letras y mis propósitos. A veces creemos que el mal está ahí fuera cuando realmente somos nosotros mismos nuestro mayor enemigo.
      Te agradezco enormemente tus palabras.
      Un beso grande.

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  4. Uy a veces caemos, pero los seres fuertes y con el lama de guerrera se levanta . Siente y vive plenamente tqm y me alegra leerte de nuevo

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    1. Gracias mi linda, siempre hay que levantarse y sí vivir plenamente.
      A mi también me alegra volver a verte y poder leerte.
      Cuídate mucho. Besos grandotes.

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  5. Cuando la fiera ruge lo hace con ganas.
    Una vez mi mujer, que te adora, me dijo que hablablas más con los ojos y que aunque parecía que no mirar, veías todo.
    Recuerdo algo que me dijiste y me hizo pensar. Si no te vas a morir por mí no me digas como viva mí vida.
    Serás siempre tú no sabes ser otra.
    Un orgullo ser amigo tuyo.
    A tus pies.
    J.S.

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    1. Gracias, pero te aseguro que no has visto a la fiera rugir. Es cierto que te dije eso y otras muchas cosas aún peores y seguramente te diré unas cuantas más por consejero oficial del reino, pero siempre desde el cariño. Yo soy así.
      Un beso enorme para la señora S y otro para ti.
      El orgullo es mutuo.

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  6. Siempre se puede renacer de las propias cenizas . Un alma con fortaleza puede y eso eres tu. Un abrazo

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    1. Muchas gracias Maria del Carmen, por lo menos se morirá en el intento.
      Un abrazo.

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