HISTORIA DE UN AMOR
Ramón la vio llegar una tarde de verano, esbelta, sonriente,
como una princesa y se enamoró. Rosalía por su parte sintió algo que jamás
había sentido y cayó rendida a los pies de aquel pescador. Fue un estío
intenso, lleno de amor, tanto que al acabar las vacaciones ella se quedó.
Rosalía, habituada al ruido de la ciudad, construyó su remanso de paz en una humilde casita a orillas del Mar Mediterráneo, no le importaba el
olor a pescado podrido cuando llegaba su amante, coser redes, olvidó sus deseos…,
todo merecía la pena estando a su lado.
Ramón por su parte no podía creer en su buena estrella, era
el hombre más feliz del mundo. Anhelaba que llegara la hora de estar juntos, contemplar
los atardeceres que tanto le gustaban, hacer el amor y ya soñaba con un par de
chiquitines para llevar en su barco.
De la noche a la mañana Rosalía cambió, se volvió hosca,
distante, le rechazaba…, se sentía abrumado
por su actitud, pero callaba y aguantaba.
Una tarde la vio partir, sin explicaciones tomó el autobús.
Ni siquiera le miró cuando el vehiculo arrancó. Ramón, se quedó allí con la
vista fija en la carretera. De regreso al
hogar, en soledad, escudriñó su mente, vaciándola, intentando averiguar que había
hecho mal. Solo consiguió llamarse estúpido ¿cómo una hermosa mujer, con
estudios, acostumbrada a comodidades iba a querer estar con alguien tan burdo
como él?
El sonido de la madera lo sacó de sus pensamientos, abrió la
puerta, el médico estaba en el umbral con gesto preocupado.
—Rosalía se muere —espetó a bocajarro—, me suplicó que no te
lo dijera, pero no le prometí nada —. Añadió tendiéndole un trozo de papel.
Ramón no se percató que lloraba hasta que ella alzó una mano
y le secó la mejilla. Volvía a irse y esta vez no podría ir a buscarla, ni convencerla
que fuera allí donde estuviera su corazón. Rosalía pegó el rostro en el pecho
masculino, escuchó los acelerados latidos, ella se apagaba, pero lo hacía
amando y siendo amada.
¡Late por mí, amor! – suspiró.
©María Dolores Moreno
Herrera.
Oh Mariola qué triste y a la vez que bonito esa historia de un amor, al menos Rosalía se marchará sintiéndose amada y amando y eso, no todos lo consiguen.
ResponderEliminarUn beso
Muchas gracias Conxita, ciertamente no todo el mundo conoce el amor verdadero.
EliminarBesos grandes.
Una historia de amor muy bonita pero triste, muy bien contada, como todas las tuyas. Un abrazo
ResponderEliminarGracias por tus palabras Maria del Carmen. El amor nunca es triste aunque lo parezca a veces.
EliminarBesos.
Uy que linda historia , mientras estén juntos el tiempo que puedan. Te mando un beso y teme cuidas mucho
ResponderEliminarGracias mi linda, siempre tan amable y tan genial.
EliminarMil besos y abrazos para ti.
En ese final es posible que el corazón de la amada siga latiendo aunque solo sea por el amor que el pescador siente por ella.
ResponderEliminarPreciosa, delicada y triste.
Besos
Gracias Francisco, a veces un corazón puede latir por dos cuando el amor es eterno.
EliminarBesos grandes.
Una historia triste, pero también muy hermosa, Maria Dolores. Así también es la vida, ¿no? Luminosa en ocasiones y muy oscura en otras. Lo importante es aprovechar el tiempo que tengamos... :)
ResponderEliminarUn beso y feliz finde :)
Gracias Julia, como dije antes el amor nunca es triste aunque lo parezca. Lo triste es no sentir que has amado o sentirse amado y mucha gente no sabe jamás que es eso. Y sí es importante aprovechar el tiempo que tengamos siempre...
EliminarBesos y feliz semana.
Creo que a la vez que se apagaba también se sentía plena. Del amor que sentía y del que inspiraba. E impotente por esas circunstancias que iban a impedirles vivir el amor que se profesaban. Con los grandes amores parece que siempre hay algo que se interpone, ya sea insalvable o lo parezca.
ResponderEliminarPrecioso y tierno.
Un beso
¡Qué preciosa historia!
ResponderEliminarA mí me ha extrañado que, de repente, Rosalía decidiera marcharse tras cambiar tanto de actitud... luego lo he entendido, claro... Es que creo que, en su lugar, yo actuaría del mismo modo... y quizás sea una actitud muy injusta para la persona que te ama
Me alegra que tus protagonistas hayan podido estar juntos hasta el final
Besos