Relato para la propuesta de El Círculo Escritores: "El Marciano"
Faltaban apenas 10 minutos para las 23:00 h cuando llegó a la solitaria casa a las afueras de la ciudad, un lugar tranquilo donde descansar y
ser él mismo después de un duro día de trabajo, tres clases a un grupo de
zopencos que soñaban con ser científicos, la mayoría, con un poco de suerte,
terminaría repartiendo pizzas a domicilio y 8 horas de ardua investigación en
el laboratorio de una prestigiosa universidad.
Prendió la tímida luz
que descansaba junto al ordenador, antes de encender el aparato, se sirvió un
gran vaso de agua y se sentó frente al portátil, unos instantes después sonó una
señal parecida al maullido de un gato, unos extraños signos comenzaron a
dibujarse mecánicamente a toda velocidad
en la pantalla al mismo tiempo que los memorizaba, luego un pitido, oscuridad y
el PC se desconectó.
Se tumbó sobre la cama repitiendo para sí lo que había
leído. En dos años sacaría su descubrimiento a la luz, tres más para probarlo y
un lustro más tarde, comprobada su efectividad regresaría a su hogar. Suspiró.
Otros diez años dedicado a un pueblo que se creía tan
inteligente que se mataban unos a otros, dejando morir a los suyos de hambre
mientras enviaban satélites al espacio o
intentaban contactar con extraterrestres,
tan prepotentes que no serían capaces de asimilar la ayuda recibida, de
una evolución tan lenta que todo lo que no entendían eran milagros, misterios o
cosas de fantasmas, incapaces de ver las migas que otros dejaban por el camino.
Como le gustaría salir y gritarles a esos terrícolas
inútiles que las pinturas rupestres no eran más que lecciones de caza que ellos
habían enseñado a los primeros hombres, que las pirámides estaban orientadas a Orión
por que eran comunicadores interplanetarios, que Sócrates, Miguel Ángel,
Leonardo, Servet, Newton, … y tantos
otros fueron enviados para abrirles puertas a la sabiduría. Que jamás llegaban
sus tontas cancioncitas a Marte gracias a los súper modernos inhidores de
sonidos instalados en Fobos y Deimos.
Que sí, había marcianos miles de ellos, habitando
plácidamente bajo el Monte Olimpo y se asomaban a sus acantilados para ver el
esplendor espacial pero, jamás los
verían porque no se encuentra lo que no quiere ser encontrado. ¡Sorpresa! otros
viviendo entre ellos, luchando por conservar el planeta azul y con ello el curso
normal del Sistema Solar. No, no lo hacían por piedad, sino por que si sucumbía
la Tierra ,
moriría también su hermoso desierto rojo.
Se alzó y se despojó de esa capa porosa que los humanos
denominaban piel y que le oprimía hasta asfixiarlo, dejando al descubierto su
verdadera apariencia, un cuerpo de un blanco opaco que cubría sus huesos
cartilaginosos, un cráneo un tanto
apepinado con grandes ojos rasgados de iris azul intenso, dos agujeros pequeños
por nariz, una boca demasiado pequeña, sus extremidades no eran muy distintas a
la de los terrícolas y su sexo tampoco.
Se metió en la ducha y dejó que el agua fría corriera por aquella superficie
correosa que era su verdadera dermis, hidratándolo. Salió chorreando, observó su imagen
reflejada en el espejo, frente si vio al próximo descubridor de la vacuna contra 10 tipos
de cáncer distintos y la del Sida, sacudió la testa, fue hasta la ventana alzó
la vista hacia el cielo estrellado, localizó su hogar, una lágrima plateada como
el mercurio rodó por la mejilla, añoraba a sus padres, su esposa e hijos. Una década
de ausencia, asintió, merecía el sacrificio sabiéndolos a salvo.
© María Dolores Moreno
Herrera.
No tenemos solución, está muy claro. Buen relato. Mucha suerte en el concurso.
ResponderEliminarMuchas gracias Bruno, lo mismo te digo. Mucha suerte y un abrazo.
EliminarMe gusto el relato y el marciano tiene razón los terrícolas son unos idiotas. Te mando un beso
ResponderEliminarGracias linda, bueno la mayoría si que lo somos por que no valoramos lo bello que tenemos. Un beso enorme.
EliminarUn bonito relato está claro que no tenemos remedio y que deberiamos poner las miras en otra dirección no en la que llevamos.
ResponderEliminarbesotessssssssssssssss
Toda la razón, pero somos tercos y prepotentes que le vamos a hacer.
EliminarGracias por pasar y besos enormes.
Me ha encantado esta relato por muchos motivos. Es muy completo. Desde la crítica a la humanidad hasta la manera progresiva en que se va descubriendo quién es el protagonista. El final me ha gustado mucho, tanto por la descripción del personaje como por la profundidad y melancolía que refleja. Es un relato que me ha dejado con ganas de seguir leyendo, cuando me he dado cuenta he llegado al final y quería más.
ResponderEliminarMe ha parecido muy buen trabajo. Un saludo :)
Muchas gracias, un honor tus palabras sabiendo lo que tu escribes. Me alegro que te haya gustado y bueno la ciencia ficción no es lo mío así que mi marciano es un tanto humanoide. Gracias por tu valoración.
EliminarUn beso grande.
Es un relato que te invita a reflexionar sobre algunas cosas que dejas caer entre líneas.
ResponderEliminarQuizás los extraterrestres no sean tan diferentes a nosotros, ni tan agresivos como los imaginamos.Quizás nosotros los vemos amenazadores por nuestro miedo ancestral hacia lo desconocido.
Me ha parecido muy completo tu relato y lleno e sugerentes imágenes.
Suerte con tu participación en este primer concurso.
Un beso.
Muchas gracias Francisco, hice lo que pude que ya es mucho. Como dije antes mi marciano es bastante humano o los humanos bastante marcianos no lo sé. Te agradezco tus palabras de corazón y con participar para mi ya es suficiente.
EliminarUn beso enorme.
Hola, Mariola... No sé si existen los marcianos... pero, de existir, me gustaría que se parecieran al marciano de tu relato
ResponderEliminarCreo que va a hacer mucho bien durante su estancia en la Tierra
Y, sí, mejor que los terrícolas no sepamos que está entre nosotros... seguro que, de saberlo, solo entorpeceríamos su cometido
Besos
Yo tampoco sé si existen y estoy de acuerdo contigo si es como el del relato mejor ignorar su existencia o acabaríamos por liarla parda.
EliminarUn besazo.
Los humanos nos creemos el ombligo del mundo, cuando estoy segura que somos una pequeña porción de las depresiones de la piel que le dan forma.
ResponderEliminarYo siempre he creído en la mítica frase de Expediente-X: "La verdad está ahí fuera"... ¡y tu la has encontrado! Ya verás como se enteren Mulder y Scully jajaja.
Me gustó el suave comienzo, como se desarrolló dinámicamente y ese final que deja con ganas de más.
Suerte en ese concurso.
Un beso grandote, primuchi
Ciertamente nos creemos superiores cuando no somos más que una misera porción de algo. Jajajaja si ya me han llamado para darme el Nobel de algo por el descubrimiento jajajaja.
EliminarGracias por tus palabras y tus deseos.
Besos grandes primi
Me gustó, Mariola, creo que es un gran relato y que sorprenderá en ese concurso al que lo presentas, unas ideas para nada novedosas pero que nadie se atreve a expresar en voz alta. Tienes mi apoyo aunque en este tema yo soy una contradición, por un lado estoy de acuerdo que hay cosas en el pasado de la humanidad un poco inexplicables si los comparamos con una evolución relativa,( Cómo se pudieron construir, hace miles de años, unas pirámides con una perfección tal que aún hoy en día causan admiración en los expertos y que miles de años depués en esa zona todavía se construya con adobes o de una manera tan arcaica que un terremoto es capaz de arrasar) pero por otro pienso lo mismo que con las creencias religiosas, cómo alguien tan avanzado, tan capaz, tan superior, consiente tanto sinsentido, tanta barbarie y tanta desigualdad.
ResponderEliminar"A tus pies" digamos que es un eufemismo, con ello quiero decir que tienes mi admiración pero si no te gusta lo cambiamos por "chapeau". Suerte en el concurso y si hay que votar, di donde hay que hacerlo.
Muchas gracias Emilia, jugué con lo que más o menos conocía por que esto de la ciencia ficción no es lo mio, y me alegra muchísimo que te haya gustado.
EliminarTe entendí perfectamente, quizá no supe explicarme lo que quise decir que ni chapeau ni a tus pies ni nada de nada, personas así apoyándome, animándome y que son el motor para que continúe con mi afición las quiero a mi lado. Y para mi esto es lo importante, con gestos como el tuyo ya he ganado todo.
Gracias y mil besos.
Una buena reflexión y una crítica a la estupidez humana. Espero que tu alienígena aguante esos diez años en la tierra y finalmente pueda hacernos ese regalo con su descubrimiento...
ResponderEliminarUn relato original, me ha gustado mucho :))
Saludos y suerte en el concurso, Mariola!!
Muchas gracias Julia, también espero que pueda lograr su cometido.
EliminarTraté de dejarte un comentario en tu post y aunque en Malena si lo logré en tu super marciano me daba error continuamente.
Un beso y suerte.
Mariola, tu relato me ha hecho pensar en todas las tonterías de la especie humana. No sé si existen o no los marcianos, seguramente porque es difícil creer que estemos solos en el universo, pero desde luego espero que se parezca mucho más al tuyo que a los terribles terrícolas.
ResponderEliminarSuerte en el concurso.
Gracias Conxita, tampoco sé si existen y como tu pienso que no estamos solos pero espero que si es así sean un poco más inteligentes y cabales que nosotros.
EliminarTe digo como a Julia, no me dejó comentar, volveré a intentarlo en un rato.
Un beso y suerte.
Entre tanto terrícola irresponsable, los que hacen verdadera obra por la humanidad nos parecen marcianos!
ResponderEliminarExcelente metáfora.
Un abrazo
Muchas gracias Mirna, me alegra que te haya gustado.
EliminarUn abrazo.
Muy bien narrado este relato, que respira la decepción y el hastío del protagonista. En unas pocas líneas reinventas nuestra civilización... Lo de Miguel Ángel y Leonardo ya lo veía venir, por qué si no iban a ser verdes y tener conchas de tortuga ;)
ResponderEliminarGracias Alejandro, si debe ser cansado pasar tu tiempo entre tanto idiota descerebrado aunque tu familia sea tu bien más preciado. Ay me reí por que al principio no caí en las tortugas Ninja y yo de que habla? jajajaja. Ves, una premonición o algo jajaja. Gracias nuevamente . Un abrazo.
Eliminar¡Hola, Mariola!
ResponderEliminarBienvenida al Círculo.
Me ha gustado tu relato. No me extraña que tu protagonista esté harto de estar aquí, la mayoría también lo estamos...
Un abrazote.
Muchas gracias Sue, una pasada la calidez de la gente y la buena acogida.
EliminarMe alegro que te haya gustado el relato, el tuyo es alucinante. Y estoy de acuerdo en que el pobre esté harto pero esperemos que aguante por el bien de su planeta.
Un abrazo.
ResponderEliminarUna historia muy buena. Me hizo recordar lo malo que somos como humanos, y tontos a veces. ¡saludos!
Gracias Chamisso, me halaga viendo lo genial que tu escribes. De acuerdo contigo, los humanos somos muy tontos a veces y no valoramos lo que tenemos. Un saludo.
EliminarYo creo que con estas ideas en mente, un extraterreste inteligente no llegaría a la tierra sino por accidente. Muy bueno!!!
ResponderEliminarU obligado por las circunstancias como es el caso.
EliminarMuchas gracias MªJesús.
Un abrazo.
Un relato que nos invita a la reflexión de lo mal que lo hacemos en la Tierra, Somos como una gota en el desierteo, nada. Suerte en el concurso. Un abrazo
ResponderEliminarSí lo hacemos fatal y encima nos sentimos orgullosos.
EliminarPara mi participar ya ha sido todo un logro, pero muchas gracias María del Carmen Píriz.
Un abrazo.